Biografía
Sergey Sushilnikov, de 64 años, un pacífico jubilado y veterano laboral de Novokuznetsk, se enfrentó a la persecución por su fe en junio de 2021. Su casa fue registrada, el propio creyente fue acusado de extremismo y se le retiró un compromiso escrito de no irse.
Sergey nació en enero de 1957 en la ciudad de Korkino, en la región de Cheliábinsk. De niño, era aficionado a varios deportes. Fue el campeón de la ciudad entre los escolares en atletismo, baloncesto, voleibol y tenis de mesa.
Sergey se graduó con honores en la Escuela de Minería y Construcción de Korkinsky. Trabajó como mecánico en los servicios de vivienda y comunales, capataz y jefe de la sala de calderas del distrito, triturador en la planta. Después de jubilarse, trabajó como conserje hasta 2019. En repetidas ocasiones se le otorgaron certificados de honor y premios en efectivo por su trabajo concienzudo y recibió el título honorífico de veterano del trabajo.
En 1979, Sergey se casó con Tatiana, a quien conoció mientras estudiaba en una escuela técnica. Después de la boda, la pareja se mudó a Novokuznetsk para la distribución. Sergey y Tatyana criaron a dos hijas. Ahora ambos están casados y tienen hijos. A los Sushilnikov les encanta caminar por la naturaleza, recoger setas, hacer las tareas domésticas y recibir invitados.
En 1995, Sergey compró una Biblia y comenzó a leerla por curiosidad. El pariente de Sergey, testigo de Jehová, le ayudó a entender mejor este libro. Gracias a la lectura cuidadosa de la Biblia, Sergey dejó de fumar y de decir palabrotas. La constancia interior y el cumplimiento de las profecías de este libro pronto lo impulsaron a hacerse testigo de Jehová. A su esposa, Tatiana, le gustaban las promesas de Dios sobre el futuro. Como resultado, se convirtió al cristianismo.
El proceso penal afectó la situación financiera de los Sushilnikov: las cuentas bancarias de Sergey fueron bloqueadas y el apartamento requiere reparación, ya que durante el registro las fuerzas de seguridad dañaron la propiedad. Además, la persecución afectó su estado emocional. Sergey dice: "Todavía nos sentimos ansiosos, nos estremecemos con cada timbre. Cuando nos citan al investigador, al tribunal, experimentamos estrés: la presión arterial aumenta, comienzan los dolores de cabeza. Las hijas de Sergey y Tatiana se preocupan por sus padres, los llaman regularmente, preguntándoles si han acudido a ellos con una nueva búsqueda.