La apelación confirmó el veredicto de Potapov y Gobozev. Pagarán una multa por practicar una religión no prohibida

El 18 de junio de 2024, el Colegio Judicial del Tribunal Supremo de la República de Udmurta confirmó el veredicto contra Serguéi Gobozev y Mijaíl Potapov. Los hombres tendrán que pagar 450.000 y 400.000 rublos, respectivamente. El tribunal hizo caso omiso de los argumentos que los demandados citaron en sus apelaciones.

Gobozev y Potapov consideran ilegal el veredicto de primera instancia. Están convencidos de que están siendo perseguidos solo porque son testigos cristianos de Jehová, profesando su religión de maneras que no están prohibidas por la ley sin signos de extremismo alguno. "Al declararme culpable", dijo Sergei Gobozev, "el tribunal no determinó qué consecuencias se derivaron de mis acciones... y no los reflejó en el veredicto".

Sergey Gobozev llamó la atención del Tribunal de Apelación sobre numerosas violaciones del derecho procesal, incluidas las relacionadas con el examen y las pruebas materiales. Ninguno de los testigos entrevistados había escuchado nunca declaraciones extremistas de él.

Mijaíl Potapov subrayó que fue acusado de participar en cultos pacíficos, a los que ni siquiera asistió. También señaló en su denuncia que el Estado y todos los funcionarios están obligados a mantener la neutralidad e imparcialidad, no tienen derecho a evaluar la legitimidad de las creencias religiosas y determinar qué pueden creer y qué no.

Al adoptar su decisión, el Tribunal de Apelación no aplicó las disposiciones del artículo 18 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, según el cual toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión.