El Tribunal de Casación suavizó ligeramente la brutal condena de cuatro testigos de Jehová de Astracán

Texto actualizado el 24 de febrero de 2023

El 22 de diciembre de 2022, el Cuarto Tribunal de Casación de la Jurisdicción General, presidido por el juez Rustem Asanov, redujo de manera insignificante la sentencia de los creyentes Rustam Diarov, Sergey Klikunov y Yevgeniy Ivanov, condenados a 8 años en una colonia penal, y Olga Ivanova (esposa de Yevgeniy), condenada a 3,5 años en una colonia penal. Ahora, después de cumplir su condena, podrán elegir un asentamiento para la residencia, pero se les prohibirá salir de él. Anteriormente, se les prohibía salir de Astracán.

El resto del veredicto no se modificó y los recursos de casación no fueron satisfechos. El fiscal del Estado solicitó endurecer la pena, y solo verbalmente, sin manifestarlo por escrito en las objeciones al recurso de casación. La sesión del Tribunal de Casación se celebró por videoconferencia. Los creyentes participaron en las audiencias mientras estaban en las colonias.

De hecho, el tribunal declaró a los residentes de Astracán culpables de extremismo porque creen en Jehová Dios. En sí mismo, formar parte de la estructura canónica internacional de los testigos de Jehová, incluidos los creyentes organizados en diferentes grupos de todo el mundo, que el Tribunal Supremo ruso no había evaluado ni declarado extremistas, no constituye un delito.

En su recurso de casación, Yevgeniy Ivanov subrayó lo absurdo de los cargos que se le imputan: "El veredicto y la decisión de la apelación no contienen ninguna declaración extremista, especialmente las destinadas a incitar a la enemistad y al odio". Su abogado también señaló: "Yevgeniy fue declarado culpable de un crimen contra los fundamentos del Estado y la seguridad del Estado, aunque los testigos de Jehová son políticamente neutrales y él no es una persona socialmente peligrosa". "Todos los testigos interrogados en el caso indicaron que no había signos de extremismo en mis palabras, acciones y motivos", agregó Sergey Klikunov.

Una decisión reciente del Tribunal Europeo afirma que "los creyentes demuestran su deseo de adherirse estrictamente a las enseñanzas de la religión que profesan, y su derecho a hacerlo está garantizado por el artículo 9 de la Convención Europea" (§ 172).