Se llevaron a cabo una serie de registros en la República de Altái. Se inició una causa penal contra un creyente al que el tribunal había absuelto en dos ocasiones

El 16 de enero de 2022, se registraron al menos 4 casas de testigos de Jehová en Gorno-Altaysk. Contra Aleksandr Kalistratov, de 45 años, se reabrió una causa penal en virtud de un artículo extremista. La República de Altái se ha convertido en la región número 71 de Rusia donde los ciudadanos son objeto de represión solo por su fe.

Kalistratov se enfrentó por primera vez a la discriminación religiosa en el año 2000. El creyente decidió ejercer su derecho al servicio civil alternativo, pero se abrió una causa penal en su contra por negarse a tomar las armas. Aleksandr fue arrestado y puesto en un centro de detención preventiva durante 21 días. Sin embargo, en mayo de 2000, el Tribunal de la ciudad de Gorno-Altai absolvió a Kalistratov, al no ver corpus delicti en sus acciones y reconoció su derecho a la rehabilitación.

En 2010, por sus creencias, Aleksandr volvió a sentarse en el banquillo de los acusados: esta vez acusado de extremismo. En un año y medio, su caso fue considerado dos veces. Como resultado, se dictó la primera condena en la historia de la Rusia moderna contra un testigo de Jehová en virtud del artículo 282 del Código Penal de la Federación Rusa. Al final, el creyente logró defender su nombre honesto: el Tribunal Supremo de la República de Altái declaró inocente a Aleksandr. Como resultado, Kalistratov fue absuelto de nuevo con derecho a rehabilitación.

El sonado caso de Kalistratov fue el motivo de la celebración de una conferencia de prensa celebrada el 11 de noviembre de 2010 en el Centro de Prensa Independiente de Moscú. Activistas de derechos humanos rusos y extranjeros condenaron el enjuiciamiento penal de Kalistratov

Al comentar sobre su absolución en 2011, el creyente dijo: "Me complace que al final se haya hecho justicia. Realmente espero que mi vida vuelva a la normalidad y que pueda practicar mi fe como testigo de Jehová con seguridad".

A pesar de la decisión del Pleno del Tribunal Supremo de la Federación Rusa del 28 de octubre de 2021, los llamamientos de los activistas de derechos humanos y de la comunidad mundial, la represión de los testigos de Jehová en Rusia continúa. Aleksandr Kalistratov, al igual que cientos de otros creyentes, se enfrenta a una larga pena de prisión solo porque no renunció a sus creencias pacíficas y siguió creyendo en Jehová Dios.