En la ciudad de Gryazi, 5 creyentes encarcelados por hablar de Dios, entre ellos una mujer de 67 años

El 16 de noviembre de 2020, el Comité de Investigación y los funcionarios de OMON realizaron registros en 9 domicilios de creyentes en la ciudad de Gryazi en la región de Lipetsk. Cinco creyentes, entre ellos un jubilado, ya habían pasado la noche en el centro de detención. El tribunal decidirá sobre su posterior restricción. Otras 7 personas fueron liberadas por las fuerzas del orden después del interrogatorio.

El 17 de noviembre, al día siguiente de su detención, Sergey Kretov, de 42 años, y Yevgeniy Reshetnikov, de 46, fueron acusados en virtud del artículo 282.2(1) del Código Penal. El Tribunal de la Ciudad de Gryazinsky optó por una medida de coerción en forma de detención para los creyentes pacíficos. Se está aclarando la situación de los demás detenidos.

Los registros se llevaron a cabo sobre la base de 5 casos penales iniciados por un investigador del primer departamento de investigación de casos especialmente importantes de la Dirección de Investigación de la región de Lipetsk en virtud de las partes 1 y 2 del artículo 282.2 del Código Penal (organización y participación en actividades de una organización extremista). A los creyentes se les incautaron dispositivos electrónicos y documentos personales. En un futuro próximo, el tribunal decidirá sobre la medida de coerción en relación con los detenidos.

Según la investigación, los creyentes que profesaban la religión de los testigos de Jehová realizaban cultos y sermones. La policía interpretó esa actividad religiosa pacífica como una continuación de la organización religiosa prohibida, aunque la religión de los testigos de Jehová no está prohibida en Rusia. Un informe oficial del Comité de Investigación afirma que "durante las reuniones, los sospechosos discutieron la intolerancia religiosa hacia los representantes de otras religiones con los que asistieron". En un futuro próximo, el tribunal exigirá al investigador que pruebe la acusación -y luego liberará a los creyentes de la custodia, o bien tomará su palabra- e impondrá una medida preventiva a los creyentes.

Las fuerzas de seguridad interpretan esa actividad religiosa pacífica como una continuación de las actividades de una organización religiosa prohibida, aunque la religión de los testigos de Jehová no está prohibida en Rusia.

Anteriormente, tres residentes locales habían sido procesados por su fe en la región de Lipetsk y recluidos en un centro de detención durante casi un año. A finales de octubre de 2020, el tribunal los puso en libertad bajo palabra.